Salmo 50:15
…invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás.
Se acerca una temporada de fiestas, tiempo para celebrar, para compartir, una época familiar, pero también puede ser una temporada de estrés y de mucha carga emocional y económica. Todo depende de dónde está tu enfoque. Si te dejas guiar por los modelos humanos entonces te sentirás agobiada y confundida, y no sabrás qué hacer. Dios nos promete ayuda en el tiempo de angustia. No necesitas seguir los parámetros humanos ni acomodarte a ellos. Lo más importante es que puedas construir recuerdos maravillosos con tu familia y las personas que amas, lo cual no necesariamente tiene que ver con las cosas materiales que puedas dar.
Dios no está limitado por la lógica humana, Él no tiene nuestro razonamiento ni nuestra forma de resolver problemas. Busca agradar a Dios y no a los hombres, a veces las cosas más insignificantes pueden tener más valor que lo material. Una sonrisa, una palabra amable, un te quiero puede bendecir más que un objeto material. Busca llenar primero tu vida de la paz y el amor de Dios para que tengas qué compartir. Prepárate para vivir esta temporada relacionándote con el Dios de paz, alineándote con su palabra y no entres en la carrera del consumismo.
La vida puede presentarte muchas alternativas, caminos fáciles, pero si no sientes paz al hacerlo debes renunciar a esas posibilidades, es la voz de Dios que te está hablando. Dios habla de muchas maneras, a través de su Palabra, a través de un buen amigo, de tu familia, a través de tu conciencia y aún audíblemente. Toma tiempo para escuchar la voz del Señor y luego descansa en El. Confía que Dios te dará la respuesta que tú necesitas y la más apropiada para el cumplimiento de tu propósito eterno. Su respuesta siempre te dará paz, aun cuando esa respuesta sea un No! O no lo hagas, obedece y acéptala.
Dios nunca se equivoca, El conoce tu vida de principio a fin, es quien sostiene tu futuro. Más tarde entenderás que eso era lo mejor. No dejes que la angustia y la actividad te impida oír la voz de Dios. Aquieta tus emociones para tus actividades y entra en el descanso espiritual. Dios te promete responder cuando tú lo busques de todo corazón. Él está interesado en ayudarte, porque así El será honrado.